Pudo sentir como esa sensación que tomaba forma de persona descomunal tomaba asiento en la habitación y disponía a prendarse de ti por tiempo indefinido. Tu aun con rasgos de confusión en la cara no sabias si alegrarte o entrar en pánico. Lo único cierto era que habría que prepararse para este largo y tortuoso camino en el que se incorporaba esta vieja compañía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario